Las causas de esta depresión pasajera no están bien claras, pues algunos dicen que como la unión con la pareja durante el acto es tan intensa, la ruptura del desenlace provoca tristeza y otros se apoyan en el lado científico, que explica que las hormonas son las culpables. Luego del orgasmo, el cuerpo libera prolactina para contrarrestar tanta liberación de dopamina, responsable de la excitación sexual, entonces, la prolactina calmante sería la responsable del bajón anímico.

Pero, aunque te sientas un bicho raro, no eres la única y es más común de lo que piensas. Según la investigación publicada en la revista Medicina Sexual en el 2015, el estudio realizado en la Universidad de Tecnología de Queensland, Australia, en el participaron 230 mujeres entre 18 y 55 años y respondieron una encuesta sobre síntomas de disforia poscoital a lo largo de sus vidas. El 46% de las mujeres dijeron que alguna vez habían experimentado los síntomas, el 5% dijo que lo sufrieron el mes pasado y el 2% aseguró padecerlo siempre.

Lo importante es que lo hables con tu pareja para que sepa que no estás mal por él y que aceptes esta condición que por ahora no tiene tratamiento certero.