A todos los seres humanos nos mueven ciertos sonidos y nos hacen sentir mejor y esto es porque ciertas melodías pueden influir en nuestro estado de salud, en el equilibrio de las emociones, incluso en la rapidez con que aprendemos.

Por: Alejandra Sarria

Estas son algunas de las razones por las que nos sentimos mejor al escuchar música.

Razón No. 1:

Tiene poderes ilimitados: Por si no lo sabías, desde los tres meses de gestación un bebé sano tiene la capacidad de escuchar, ya que es el primer sentido que se desarrolla, y el último que perdemos al morir, esto es lo que hace posible que exista la posibilidad de llegar o despedirnos acompañados de una canción que nos haga sentir en armonía y estimulados para hacer cualquier cosa.

Razón No. 2:

Nos hace creativos: Eleva nuestros sentidos. La música es parte esencial en el desarrollo de las emociones, de la creatividad, la inteligencia y las capacidades motrices y cumple una tarea muy importante en cada una de nuestras funciones, sobre todo cuando tenemos la capacidad de seleccionar los ritmos específicos para estimular o controlar cada una de las actividades que realizamos.

Razón No. 3:

Nos hace sentir bien: Además de todo, mientras se producen sonidos, se escuchan y se coordinan con movimientos propios, el cerebro recuerda los que se han producido antes y programa los que lo harán después. Por eso, al recordar una canción y la letra se activan las emociones, se comunican a través del cuerpo o de la palabra y esto genera una sensación de bienestar que hace que todo este cúmulo de acciones comprometa al cerebro humano en toda su magnitud.

Razón No. 4:

Puede ayudarnos con una enfermedad: La música es increíble, ya que a nivel físico tiene un impacto que ha demostrado mejorar la calidad de vida de quienes tienen algún padecimiento o discapacidad física o mental.

Razón No. 5:

Te relaja: Si el estrés que manejas es muy alto y buscas acompañarte de un ritmo que te lleve al descanso físico y mental, ensaya escuchando piezas como el Concierto de Brandemburgo, Johann Sebastian Bach o el canto gregoriano de la Sexta sinfonía, Peter Tchaikovsky.