Placer y dolor: ¿El BDSM puede llegar a ser la combinación perfecta?

El sadomasoquismo (BDSM) puede entenderse como una parafilia o estar asociado a un trastorno mental, consignado en el manual diagnóstico DSM – IV – TR (2000), e incluso acompañado de odio y venganza, pero también puede llegar a ser una de las prácticas más comunes dentro de las parejas y no es un secreto que en el sexo todo es válido siempre y cuando sea de mutuo acuerdo.
Por: Liliana Paola Muñoz Gómez – Psicóloga.
El masoquismo (BDSM) es llamado así por el escritor francés Marqués de Sade quién en sus obras hacia alarde a temas relacionados con el sexo salvaje y violento, por la misma razón pasó 20 años de su vida interno en clínicas mentales; además de ser un conquistador empedernido, sobrepaso la sexualidad tradicional para convertirla en lo que ahora incluso alarma todavía a muchos, pero que para otros es un estilo de vida que les permite encontrarse consigo mismos.
La pasión, se despierta para el masoquista cuando proporciona dolor a su víctima, incurre en actos de crueldad y dominio pero necesita del sumiso o masoquista, el cual experimenta placer cuando es sometido y maltratado. Aun así explorar y experimentar con cautela sobre el tema puede llegar a revivir una relación que está a punto de irse a la borda, existen diferentes tipos de prácticas que se pueden incluir en los juegos sexuales sin ocasionar daño, de hecho, puede llegar a ser muy placentero.
¡Mujer Simpecado! Este, puede aún ser un tema tabú, pero si se planeara con la pareja, acompañado de algunas compras: ¿podría llegar a ser una de las experiencias más satisfactorias?, tal vez si, manteniendo viva la sensualidad y fortaleciendo la confianza, descubriendo nuevos sucesos que te harían pensar diferente frente al tema.

La pasión en el BDSM se despierta para el masoquista cuando proporciona dolor a su víctima, incurre en actos de crueldad y dominio pero necesita del sumiso.
Pero, si en silencio, se están viviendo experiencias agresivas que generan incomodidad hay que expresarlo y hacerlo saber a la pareja, el sexo no se disfruta si solo por satisfacer al otro se están permitiendo experiencias que son desagradables, esto muy probablemente desencadenará situaciones adversas que pueden llegar a ser tormentosas.
Entonces: descubrir la sexualidad libremente, explorando este campo tan maravilloso con reciprocidad y afiliación, con la certeza de que el goce es mutuo, garantiza un vínculo fuerte que añoran hombres y mujeres.