Mitos sobre la infidelidad
Según Frida Khalo, lo importante en una relación no es que la otra persona sea fiel, sino que sea leal y el promedio de las personas confunden mucho estos dos términos. Por: Alejandra Sarria
Según Frida Khalo, lo importante en una relación no es que la otra persona sea fiel, sino que sea leal y el promedio de las personas confunden mucho estos dos términos.
Por: Alejandra Sarria
Por eso, les contamos cuáles son algunos de los mitos sobre infidelidad que no conocemos.
Géneros
Se dice que los hombres son más infieles que las mujeres, pero eso es un mito sin ningún fundamento. El arte de engañar es una cuestión de mujeres
Premeditación
Casi nunca es cuestión del momento y ya. La mayoría de las infidelidades se cometen con premeditación y alevosía
Poder
Cuando uno de los dos tiene un cargo de poder o un puesto directivo es más propenso a ser infiel y engañar a su pareja
Profesión
Cualquiera puede ser infiel sea cual sea su ocupación, pero hay profesiones que practican la infidelidad más a menudo, como los abogados, pilotos y profesores universitarios
Culpabilidad
La mayoría de los infieles no experimentan un sentimiento de culpabilidad, al menos, los infieles recurrentes.
Tercer año
Los expertos aseguran que hay más riesgo de infidelidad al tercer año de estar en pareja. Parece que ese en ese momento el “amor a ciegas” desaparece.
Embarazo
Las mujeres embarazadas tienen más riesgo de ser engañadas por su pareja, ya que muchos hombres se sienten intimidados por el estado de su pareja y quieren experimentar un poco con más mujeres.
Amor
Los infieles usualmente se escudan en que su falta de deslealtad no tiene que ver con el amor y que lo que sientes por su pareja, es el único sentimiento genuino que llevan dentro.
Perdón
Cuando un infiel reconoce una infidelidad lo hace buscando el perdón de su pareja o directamente la ruptura. Le deja la responsabilidad a la persona que sí es leal, lo que resulta totalmente injusto.
Consecuencias
No todas las infidelidades terminan en una ruptura, aunque la crisis es prácticamente inevitable. La confianza sufre un daño casi irreparable y la sugestión quedará siempre en la persona a la que le fueron infiel.